Hoy empezamos el día con nuestro entrañable guía y a la vez amigo Yoji, que nos vuelve a recoger en nuestro hotel puntual como un clavo. Por cierto, a las 9 de la mañana ya estábamos a más de 30 grados.
Después del cafelito de rigor (qué paciencia ha tenido el señor con nosotros) en el Seven Eleven nos ha llevado a visitar el Palacio Imperial de la ciudad.
Aquí mostramos las fotos.
Tenemos que destacar que los tejados están hechos de madera de cedro y se tienen que cambiar cada 25 años porque se van deteriorando
Nuestro amigo Yoji nos ha inmortalizado en los jardines de palacio, je,je; tenemos también fotógrafo propio.
Aquí salgo con nuestro guía
Seguidamente hemos ido al Templo de Oro: está hecho de pan de oro muy fino, en total en todo el templo hay unos 20 kilos del metal preciado, parece que lo han aprovechado bastante bien. Es la típica foto del "Lake mirror" aunque hay que reconocer que muy limpia no estaba el agüita.
Nos falta el aliento, la fuerza, la pasta....(con tonillo de la canción de Estopa)
Jose está practicando con la cámara nueva y bicho que ve bicho que enfoca, ahora le ha tocado una libélula
El mes de junio es el mes en que los niños hacen viajes de fin de curso por todo el país, y te los vas encontrando por todas partes. Nos paran para que hablemos con ellos en inglés, je,,je con nosotros!!!!
Esta es una foto que nos hemos hecho con ellos, son tan majos...
Después del Pabellón dorado nos ha llevado a la zona de Arashiyama, en este tren tan llamativo, era como una especie de tranvía. Allí se encuentra el famoso bosque de bambús.
Al salir de la estación nos hemos cruzado con uno de los cientos de taxistas humanos que hay en Japón.
Me impresiona muchísimo verlos corriendo llevando a la gente con el calorazo que mete.
Antes de llegar al bosque de bambús nos hemos cruzado con el río, fotico al canto. Es que nuestro guía insistía, je,je
Antes de comer para ir abriendo bocado, otro templo al canto, creo que es el que hace 1000. Ya nos van quedando menos :)
Las ventanas hacían de marco natural al paisaje que tenían al fondo. Qué inteligentes estos antiguos.
El bosque de bambús: miles y miles de árboles, como se puede apreciar en la foto, el guía me ha cogido dos hojas para que nos las llevemos a España, y así lo hemos hecho. Toda la tarde cargando con las hojitas...
Nos ha explicado que el bambú en 5 meses alcanza los 14 metros y que pueden llegar a medir 25. Entonces a mí me surge una duda: los bambús que todo el mundo tiene en su casa comprados del Ikea y que van haciendo vueltas, ¿porque no crecen así?
Parece que no llegamos a ver el fin.
Casi lo pisamos: mini templo
LLegada a Fushimi-Inari: templo dediacado a la riqueza económica y el comercio. El animal que lo representa es el zorro, por eso están en las puertas
Aquí empieza la ristra de Toriis: en total 1.000 seguidos uno detrás de otro. Nos ha explicado Yogi que cada Torii es una donación de un creyente o grupo de creyentes. Y los van renovando temporalmente. Depende del tamaño del Torii el importe de la donación ha sido mayor o menor. Con esto vamos que aquí la mayoría de la población son creyentes.
Puede ser que esto os suene, porque fue el escenario de una de las tomas de Lost in Translation (2003 Sofia Coppola)
En el dibujo se puede ver la cadena de Toriis que hay, en total 4 km. Como ya estábamos muy cansados solo recorrimos un tramo. Además nos estaban "arzaleando" los mosquitos
Aprovechando que el guía nos lo explicaba todo he vuelto a hacer otro ritual para pedir un deseo. Había dos bolas de piedra como la que aparece en la foto, eliges una, pides el deseo con los ojos cerrados y la levantas. Si la puedes levantar bueno sino malo....Os quedáis con la duda!!!!
Para finalizar el día, hemos ido a cenar con un ex compañero de trabajo de Jose, que nos lo encontramos en Kyoto hace un par de días. Qué pequeño es el mundo!!!! Hemos probado con ellos los Okonomiyakis (son como tortillas de verduras mal hechas). Yo no pierdo bocado que se enfría.
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